octubre 26, 2011

Brújula

Desorientado y sin saber para que lado tomar, levanté la mirada buscando el Sol si era de día, las estrellas si era de noche, pero estaba nublado.
Decidí dejarlo a la suerte y tiré un lápiz para seguir el sentido de su punta según como cayera, pero cayó parado.
Sin nadie a quién preguntar ni rumbo claro, recordé la brújula que guardaba en mi bolsillo. Creí que encontraría el norte, pero como siempre mi brújula me lleva hacia el Oeste. Primero al Sur, luego al Oeste, por suerte.

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