Ojos grandes en la irresoluble oscuridad de este cuarto resuelta por la luz de la lámpara en su cabeza, que toma un poco de las estrellas y que quita un poco de la Luna, si es que está.
En silencio y en puntas de pies escabulle su existencia aferrando con fuerza entre sus sienes los acordes que acaba de soñar... se habrá soñado más alto, menos flaco, más algo más, menos algo menos... pero es él, sin dudas.
No hay tiempo para dejar pasar el sueño está ahí y hay que desovillarlo, que deje de sueño y sea canción. Aunque nunca distingue muy bien entre los sueños y las canciones... Las canciones son eso que canta y los sueños... los sueños son una canción, para el compositor onírico, ese que canta que sueña, que sueña que canta, que duerme en canciones, que despierta en sueños, cantando, onírico, compositor... soñador.
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