Tantos días
después de aquel día en el que la incertidumbre se apoderó de las ideas, mi
cuerpo cruzó esa puerta hacia la muchedumbre, el sin número de gente que está
ahí y no se sabe protagonista de una tarde que no será una más y en la que mi rostro
inquieto se encontrará con tu rostro en espera de mi arribo -como siempre yo
llego después - . En ese momento irrepetible pero familiar nuestros rostros
cambiarán su expresión habitual en sonrisas, comisuras que se imitan como si se
miraran en un espejo.
No podría
explicar que es lo que sucede en mi cabeza y en mi corazón, o tal vez si podría
pero no importa porque ya lo sabemos. Algo diferente en vos y algo eterno en mi
hace que las diferencias no sean importantes ni ahora ni en toda la eternidad que
queda por delante.
Pronto nos
daremos cuenta que los pies tienen memoria y conocen el camino por lo que
podemos hablar sin parar ni mirar hacia donde vamos. Y tan natural es el
recorrido que cuando nos queremos dar cuenta estamos sumergidos en un mar de
palabras y llenos de coincidencias que impiden distinguir si esto está pasando
hoy, si pasó hace un año o si realmente pasará en unos años más.
Todos esos
testigos que nunca tuvimos y que tal vez no comprendan si esto está pasando
ahora, hace un año o si nunca dejó de pasar entenderán que lo que es siempre
será.
Siempre el
primer día será el que tenga todas las horas, porque después los que sigan
transcurrirán como minutos que duran menos que sesenta segundos, todo el tiempo
se va. Pero antes que eso suceda otra vez estamos riéndonos en un lugar lleno
de música, lleno de noche, lleno de nosotros, ausente de todo el vacío… el vacío que es pensar y no sentir, todo estos
sueños sin saber que…
… menos de
una semana después, los lugares se invierten y yo tomo el camino que vos
siempre tomas y yo no conozco, pero la que espera de vuelta sos vos, porque yo
siempre demoro. Intento un intento pequeño y poco efectivo de cambiar la espera
y el sueño de este sábado por una sonrisa de las que vengo a buscar. Pero de
nuevo es uno de esos chistes, yo creo que ya lo adivinaste. Pocos minutos
después estamos en un lugar donde somos cómplices, donde nos parecemos, donde
se empieza a tejer esta visita incomparable.
Algo que
nunca había pasado hasta hoy está sucediendo cada minuto en este lugar que yo
no pisaba hacia tanto y que sabés que solo existe si estas vos para esperar,
para guiar, para reír, para soñar, para dormir, para mirarme con esos ojos
inigualables, que no cambiaría por nada y que iluminan todos estos sueños,
llenos de amor, de donde nunca me quiero ir y a los que siempre estoy
volviendo, de alguna manera.
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