abril 26, 2011

Pasado

Enfrentado como un espectro al tiempo transcurrido, dejando atrás las pisadas marcadas en la arena. Se confunde los reflejos y el destello de tus ojos con la mortecina luna que aguarda que te muevas, que te mueras pasado, hacia delante porque hacia atrás no se puede.

Tomas tu mano derecha con la izquierda y caminas a tu par, pie derecho, pie izquierdo, indefinidamente. El suelo como una alfombra deslizante retrocede de a un paso por vez, a tu derecha siempre el mismo árbol, a tu izquierda siempre tu brazo derecho y la mano debajo te sujeta, tu cuerpo (el de la izquierda) no pisa la alfombra y tampoco se mueve.

Detrás tuyo queda el pasado, por siempre. Delante tuyo está el pasado, al alcance de tu mano, de tu boca, dueño de tus ojos de tus miedos, para siempre.

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