noviembre 30, 2011

Caminos

No hay una razón única para seguir los caminos, ni para retomarlos, ni para abandonarlos ni para volver por ellos atrás. No hay razón en los caminos, no hay caminos en la razón, ninguno que siga derecho.

Soy de los que corren, los que corren rápido y te agarro de la mano y te llevo corriendo conmigo. Es cuando tu mano se suelta y me adelanto que me siento a mirar el camino por el que sigo, o el que retomo o el que abandono o por el cual vuelvo atrás... y por el que espero que llegues, en un rato, en dos, en horas, en días o alguna vez. Caminando, por supuesto.

1 comentario:

  1. Un pedacito de cordura que tendríamos que llevar en el bolsillo, para leer cuando no podemos más que fijar la vista en un punto cualquiera de la pared.
    Abrazo

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no le pidas peras al olmo no le pidas peras al olmo