enero 04, 2012

Otro capítulo de los sueños

Ese mismo trayecto diez años atrás había sido parte de una pesadilla fugaz que siguió a un sueño eterno. El mismo lugar de partida, la misma estación de llegada, el mismo lugar para la espera, la misma persona llegando por la misma calle. La misma sonrisa, la misma mirada.
También sentí vergüenza debo decir, mis ganas me llevan a todos lados y a veces no sé como debo actuar. Todas esas personas de las que siempre hablamos estaban ahí, y también las que nunca mencionaste. Como ambos sabemos puse a funcionar esa maquinita que es mi mente y que es mi memoria, buscando familiares detalles en las esquinas, en las veredas y en los autos estacionados que ya no eran los mismos. Jugué conmigo mismo a adivinar la puerta de tu casa unos metros antes y perdí. Perdí conmigo, así que no dije nada. Es que la última vez que estuve de frente a esa puerta era de noche, la última vez que estuve de día ahí, estaba de espaldas.

Muchas veces había pensado y soñado ese momento, en que alguna vez volvería a ver ese pasillo que va a la izquierda, esa mesa donde calmé mi frío, mi hambre y mi miedo alguna vez. Y al final de todo ese camino estaban las personas que (recordaba) nunca olvidé y las que nunca conocí antes, más que por fotos que fijo en mi memoria. Todos tan parecidos y en movimiento. Yo tan distinto y tan quieto, tan cuidadoso, tan callado, tan... ¿antipático?.

Como siempre, quería ganar ese juego no quería perderlo y no era posible empatarlo, no quería ganarte a vos, pero tampoco quería que me ganaras. Y tan lejos de mi mano, del otro lado de la mesa. Te miro todo el tiempo, vos mirás la mesa, mi mano tiene ganas de la tuya... y cae el sol. El día se empieza a ir, y yo que arranqué con ganas de dormir, ya estoy despabilado en el medio de otro capítulo de los sueños, ese en el que ya estoy sentado a tu lado y mi mano está en tu pierna, en el que escucho tu risa, en el que ya no estoy tan callado, en el que ya no soy tan quieto, en el que aún sigo cuidadoso, pero encantado, envuelto en otro capítulo de los sueños...

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