Escuchó todo en silencio y tranquilamente mirándola a los ojos intentando no perder la concentración. Abrazaba sus piernas flexionadas y apretadas contra su pecho y escuchaba. Cuando fue el momento de decir algo sólo dijo estas palabras en una pregunta:
¿Cómo se hace para descansar?
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no le pidas peras al olmo no le pidas peras al olmo