Sombras en tus ojos verdes
haces fuego
y ya no hay luces por encender.
Sueños en tus manos tristes
tiemblas, lloras
y ya no hay dudas por despejar.
Sangre en tus labios rojos
sangras, muerdes
y ya no hay razón para callar.
Y olvidarte, ya no es un arte
porque estás acá... y no sé despertar.
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no le pidas peras al olmo no le pidas peras al olmo