No tienen una estructura definida, no podemos definirlas ni delimitarlas. Son dúctiles, maleables, inestables y leales, pese a todo. Se confunden entre otras similares y opuestas dejando un mar de dudas en las papilas. Ponen en evidencia el dolor y la vergüenza a los que también vencen... impredecibles.
Se alojan en algún rincón del cuerpo dentro y fuera, se dejan en el otro y del otro se toman y se traen.
Cuando las olvidamos siempre nos encuentran, cuando las necesitamos parecen no estar ahí pero son imperecederas pese a lo que se pueda decir.
A veces se representan con colores o envueltas en papel y se eligen días particulares u horas inminentes. A veces rebotan contra el vidrio, blindado, del corazón férreo... a veces demuelen las montañas y corrigen el eje de la Tierra...
A veces las ignoramos para no quererlas o necesitarlas, a veces las necesitamos y no sabemos como acercarlas...
Son todas esas formas... de querer.
son tantas como personas conocemos!
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