Sonreí discretamente, era la mínima expresión de la máxima alegría, tal vez es todo lo que mi rostro puede mostrar, pero la verdad está en mis manos. Entre mis dedos, en mis manos, al final de mis brazos.
Quiero sonreír lo juro, es lo que puedo, es lo que dice mi cara. Solo mi cara.
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no le pidas peras al olmo no le pidas peras al olmo