enero 11, 2012

Boulevard

Un poco por aburrimiento, un poco por salir, un poco por sentir fresco, mirar la calle y no quedarme encerrado, a veces salgo a caminar y siempre elijo el Boulevard, con sus palmeras, con su bicisenda que no es, con su verde que forma un pasillo que no lleva lejos pero que sabe regresar, luego de tocar el río.
Lo camino despacio, lo observo a él y a su gente, la que descansa en sus bancos, la que vive allí, la que charla o lee, o espera a alguien, las parejas que se besan o que se quieren besar. Los padres que ven a sus hijos andar en bicicleta o los que pasean a sus perros o con sus perros. A los costados en los bares la gente come y yo curioseo qué. Por mis ojos entran todos los sabores y me refresco con los refrescantes vasos aunque nunca hace calor en el Boulevard.
Algunos pocos autos cruzan por las calles o siguen el trayecto del Boulevard, yo todo lo miro, todo lo retengo. El Boulevard trae palabras siempre, cuando termina me da un rato para pensar y luego volver. Tanto jardín y tanto parque, tan a mano. Esa brisa y luego elegir hacia la derecha o hacia la izquierda.

El Boulevard es como un tobogán que me deposita en otras calles, en otros caminos, en la compañía incesante del río, y yo río, río, sonrío. En el Boulevard.

1 comentario:

  1. "... El Boulevard trae palabras siempre, cuando termina me da un rato para pensar y luego volver. Tanto jardín y tanto parque, tan a mano. Esa brisa y luego elegir hacia la derecha o hacia la izquierda..."

    El Boulevard tiene esa magia... Es parte de mi lugar, acá, también.

    Abrazo

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no le pidas peras al olmo no le pidas peras al olmo