enero 31, 2012

Tal vez sueños estivales

Por primera vez en todo este tiempo llegué temprano, antes que vos. Una pequeña demora y un chiste malvado, pero merecido, me hicieron llegar a tiempo, esta vez.
Pude ver el instante preciso en que la gente que baja delante tuyo deja de ser importante y la que viene detrás también. El mágico instante en que un espacio vacío de se llena con tu figura. Cansada, trajinada y acá mismo, en persona, junto a mí.
Te espero, no me arrimo, te dejo respirar, te espero, te abrazo, mejor después, hace calor esta vez. Te beso, un poquito, que puedas respirar, hace calor. Libero tu espalda del peso, y tus manos también. Y quiero verte fumar, no hablo del humo, hablo de tus manos.
Es de noche, más tarde que de costumbre, la ciudad tiene las luces bellas, las estrellas están y en la calle no hay mucho, hace calor, pero hay paz. Hay calma en nosotros también, compartimos el cansancio...
Vamos a caminar sin dudas, siempre te hago caminar, y hace calor. El color de nuestros rostros cambian, el sol, el calor. En el tuyo, los ojos brillan cada vez más, momentos únicos, los ojos grandes que cambian de miel a verdes, y yo trato de mirarte lo más posible, de reojo, de contrabando, sin que te des cuenta.
Te sigo haciendo caminar, hace calor, el sol te quema, te aplasta, te derrite... a cambio de todo esto te dejo dormir, todo el tiempo que necesites, y ahí si te miro (ojos que no ven corazón que no siente). Mientras dormís, con alguna caricia suspirás o sonreís o te acomodás para ser acariciada. O tal vez estés soñando, sueños estivales...

1 comentario:

  1. "Pude ver el instante preciso en que la gente que baja delante tuyo deja de ser importante y la que viene detrás también" simplemente hermoso...

    entiendo ese momento... viví ese momento.. lo extraño!

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no le pidas peras al olmo no le pidas peras al olmo