No tienen una estructura definida, no podemos definirlas ni delimitarlas. Son dúctiles, maleables, inestables y leales, pese a todo. Se confunden entre otras similares y opuestas dejando un mar de dudas en las papilas. Ponen en evidencia el dolor y la vergüenza a los que también vencen... impredecibles.
Se alojan en algún rincón del cuerpo dentro y fuera, se dejan en el otro y del otro se toman y se traen.
Cuando las olvidamos siempre nos encuentran, cuando las necesitamos parecen no estar ahí pero son imperecederas pese a lo que se pueda decir.
A veces se representan con colores o envueltas en papel y se eligen días particulares u horas inminentes. A veces rebotan contra el vidrio, blindado, del corazón férreo... a veces demuelen las montañas y corrigen el eje de la Tierra...
A veces las ignoramos para no quererlas o necesitarlas, a veces las necesitamos y no sabemos como acercarlas...
Son todas esas formas... de querer.
octubre 25, 2012
octubre 23, 2012
Borrador
En el último instante que estuvo delante mío, todavía sus ojos decían algo, mirando desde abajo pidiendo permiso pero empujando todo mi sereno respirar hasta lo más interno de mi perseverancia. El incendio en mis entrañas no se apaga ni con la lluvia ni con la arena de las rocas disueltas en la erosiva conjunción de nuestros cuerpos.
Hubo un instante para rellenar el silencio con palabras y lo utilicé... ya sus ojos estaban dándome una respuesta e insistí, insistente como siempre... tan diferente a ese que yo mismo era cuando decidí serlo y pude hacerlo.
Todas las sombras invadieron ese día cuando desapareció en el camino que también había significado su aparición reciente y la desaparición de todas las sombras que decía, recién...
Esa forma de caminar resuelta, con el sol como testigo y alguna canción residual en mi garganta, caminando sonriente entre el gesto serio de la otra gente, esa forma de caminar no me acompañó... entonces, las manos en los bolsillos, la mirada en el suelo y la tentación de volver atrás y correr, correr infinitamente. En la recolección de memorias, recuerdos de los instantes, instantáneas del corazón.
Quise recordar como era mi rostro en el reflejo de todos los cristales que hubieron, pero me entretuve rearmando las frases en mi cabeza... lo que nunca se borró de mi semblante es la sonrisa, y las ganas de mirar al costado y comentarlo, con su eterna presencia en mi sonrisa.
octubre 21, 2012
Inigualable
Me contó muchos secretos que, por supuesto, yo no sabía... sacando a la luz una inigualable cualidad: su amorosa generosidad. Algo que nos unía más allá de lo esperado, algo que estaba presente en la memoria y en los sueños de lo porvenir que empezaba en ese nacimiento, de nuevo, como un renacimiento.
Cargó el mundo sobre sus hombros y lo hizo un lugar mejor, dejó todo por no dejarnos nunca solos y, tal vez, más. No dejó nunca que una lágrima confundiera las verdades, pero también nos enseñó que toda la verdad cabe en una lágrima oportuna. Nos mostró todos los caminos: los del saber, los del querer, los del poder, y sobre todo los del intentar poder... esa virtud de no dar una por perdida... otra de sus cualidades inigualables...
Tan humana como se puede ser, lo fue y además fue un poco la madre de miles más que nunca la olvidan, nunca la olvidaron, nunca la olvidarán... hemos llevado con orgullo y admiración el cariño de muchos otros hijos, siempre queriendo a nuestra madre... una inigualable cualidad... su amor inmenso e incondicional. Y por ella nuestro amor inmenso e incondicional...
octubre 11, 2012
Toda el agua del mundo en estos sueños
Si toda el agua del mundo cayera sobre nuestras cabezas, tal vez, quizás, en una de esas, estos días no queden naúfragos en esta especie de Oceáno que es la memoria (y el olvido una tormenta).
Si toda el agua del mundo cayera sobre nuestros cuerpos y aún así no se ahogan nuestras risas podríamos seguir adelante en esta ruta, atravesando el cielo entre montañas o bajando en la más profunda oscuridad.
Si toda el agua del mundo cayera sobre la tierra y encontraramos en dónde refugiar nuestro abrazo eterno, podrías apoyar tu cara sobre mi pecho, yo la mía en tu cabeza, hablarte bajito, oler nuevamente tu perfume, dejarte tiritar y recorrer con mis manos tu espalda... hasta que de tanto silencio y cariño... notemos que aún no ha caído toda el agua de mundo, en estos sueños.
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